Lo que nos ha dejado la pandemia del SARS Cov-2 que azotó a gran parte del mundo en 2020 es, además de muchas enseñanzas, una nueva forma de vida que parece extenderse más allá de las recomendaciones sanitarias, y que ha afectado a la forma en cómo se harán los eventos masivos en los próximos meses, o quizá años. 

Hace poco estuvimos en un evento relacionado al marketing y la publicidad, y nos pareció impactante ver cómo las actividades se llevaron a cabo. 

Sucesos que anteriormente estaban llenos de personas, hoy, como el beso en la boca, ya son cosas del pasado. 

Las medidas sanitarias, los cubrebocas obligatorios y, sobretodo, el distanciamiento social son cosas que se están viendo con normalidad y al parecer tendremos que acostumbrarnos a este escenario…al menos por lo que resta del año. 

Y es que la adaptación al nuevo escenario, es vital. Ya lo hemos hecho con el home office, al cual nos hemos habituado en tiempo récord dada su repentina y forzosa implementación.

La evolución de los eventos, sin importar mucho la naturaleza, culmina la aplicación de ciertos términos para su realización. Por ejemplo, la disposición de gel sanitario en las zonas comunes del evento, el refuerzo de la limpieza o la disponibilidad de información sobre el virus in situ y en la web, son las medidas que se consideran más necesarias. 

Aunque dada la extremada velocidad con la que se suceden los acontecimientos y la naturaleza cambiante de esta crisis sanitaria, cualquier estudio realizado en la actualidad es difícil que s pueda tomar como definitivo.