La palabra inglesa inbound, significa “entrante” y como su nombre lo refiere, cuando hablamos de inbound marketing nos referimos a un conjunto de estrategias que tiene como objetivo atraer voluntariamente los consumidores hacia el sitio de la empresa. Es lo contrario del marketing tradicional y está basado en la relación con el consumidor y la importancia de la persona, en lugar de publicidades e interrupciones.

Busca captar clientes mediante la creación de contenido valioso y experiencias hechas a la medida. Mientras que el outbound marketing (publicidad más tradicional) irrumpe de manera directa presentando al público contenido que este no siempre desea, el inbound marketing forma conexiones útiles para el cliente en la resolución de problemas reales.
La metodología inbound busca crear relaciones significativas y duraderas con los consumidores, prospectos y clientes. Consiste básicamente en proporcionarles elementos que les permitan alcanzar sus metas en todas y cada una de las etapas del recorrido que realizan junto a tu empresa, logrando al final la fideliziación, teniendo en cuenta que el éxito de tus clientes implica también el tuyo.

Existen tres formas para aplicar la metodología inbound:
Atraer: captar la atención de las personas adecuadas con contenido de valor y conversaciones que afiancen tu posición como referente en un tema de su interés.
Interactuar: ofrecer a las personas información y soluciones que tengan en cuenta sus necesidades y objetivos, para aumentar las probabilidades de que compren tus productos y servicios.
Deleitar: brindar ayuda y herramientas a los clientes para permitirles llegar al éxito gracias a su compra.